No cree que la Comisión de la Verdad logre hacer justicia a víctimas del 2006: Emeterio

El 16 de julio del 2007 en la ciudad de Oaxaca, Emeterio Merino Cruz Vásquez, miembro del Comité de Defensa de los Derechos Indígenas de Santiago Xanica, fue golpeado salvajemente por policías federales a pesar de no presentar resistencia a su aprehensión, la golpiza fue de tal grado que resultó con traumatismo craneoencefálico y estallamiento de viseras

Rebeca Luna Jiménez / e-oaxaca.mx  

OAXACA, OAX., septiembre 8.- Para Emeterio Merino Cruz Vásquez, víctima de la brutalidad policiaca en el 2007, considera que la creación de la Comisión de la Verdad para la investigación de los hechos que motivaron las violaciones a los derechos humanos del pueblo de Oaxaca en los años 2006-2007, no tendrá fortalecimiento sino se considera incluir a las personas que perdieron a sus familiares, y a quienes sufrieron en carne propia las agresiones en ese momento.

"No se puede tener confiabilidad cuando han pasado muchas cosas desde esos años, personas que salieron beneficiadas mientras que a otras ni se les ha llamado, otras siguen exigiendo justicia y no hay respuesta".

Cruz Vásquez de 48 años de edad, de ellos cinco que marcaron su vida a la incapacidad de sus labores educativas, a suspender sus sueños en su natal Santiago Xanica, a sus clases de plomero que daba en Teojomulco, al buceo y una vida común, hoy tiene una transformación atado a un bastón y a los estudios de un traumatólogo para saber si podrá ser operado de la espalda posteriormente, ya no cree en comisiones de la verdad.

Esto, debido a que muchos le han mentido, el gobierno, la justicia, los mismos premios de periodismo que le ofrecieron en algún momento entregarle, hoy lo que tiene se lo ha ganado a una insistencia propia.

Recuerda que no hay respuestas, debido a que las instituciones de justicia no hacen nada por detener a los responsables de la golpiza que recibió el 16 de julio del 2007 en el cerro del fortín en la ciudad de Oaxaca, el integrante del Comité de Defensa de los Derechos Indígenas de Santiago Xanica, fue golpeado salvajemente por policías federales, estatales y municipales a pesar de no presentar resistencia a su aprehensión, la golpiza fue de tal grado que resultó con traumatismo craneoencefálico y estallamiento de vísceras que lo llevó a estar varios meses en coma.

La entrevista, que se desarrolla en las oficinas centrales de la Sección 22 del SNTE, que hoy le da cobijo para hacer algunas labores por las cuales es pagado por honorarios, menciona que luego de cinco años de los hechos ocurridos, no hay un sólo detenido, y la Procuraduría General de la República a la que le ha pedido una reconstrucción de los hechos no se realiza.

"Por eso no creo en ninguna Comisión de la Verdad que logre conocer la verdad si las mismas instituciones no nos dan garantías de demostrar nuestra inocencia, y la responsabilidad para quienes me atacaron", dijo en recuerdo también de que en este gobierno fue creado el 21 de marzo del 2011, la Fiscalía de Investigaciones en Delitos de Trascendencia Social cuyo objetivo, según, fue de garantizar la procuración de justicia a las víctimas de los hechos ocurridos en el 2006 y 2007, misma que no ha hecho otra cosa que seleccionar a quienes darles apoyos.

El pasado 6 de agosto el gobernador Gabino Cué presentó al Congreso del Estado la iniciativa de Ley que crea la Comisión de la Verdad para la investigación de los hechos que motivaron las violaciones a los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca en los años 2006 y 2007, propuesta por la Sección 22 del SNTE y analizada aún por diversas comisiones legislativas.

La Comisión de la Verdad, estará integrada con tres ciudadanos mexicanos con derecho a voz y voto, designados por el gobernador a propuesta de las organizaciones civiles de derechos humanos locales, nacionales e internacionales y contará con tres representantes de las víctimas del movimiento social de los años antes mencionados.

A Emeterio se le dificulta por momentos hablar por las graves lesiones que le propinaron las patadas de los policías principalmente en la cabeza, sin embargo sale de su rostro una sonrisa cuando explica que se sintió reconfortante durante su terapia en el centro de rehabilitación al darse un baño en tina, "me ayudó mucho, ya no me duele tanto la espalda".

Pero, por momentos su rostro le cambia cuando recuerda los hechos vividos cuando fue golpeado, "no hay justicia, para mí sólo hay recuerdos de gente que se burló golpeándome, por funcionarios del pasado sexenio riéndose de mí cuando estuve tirado en Los Pinos (donde estuvieron las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigación), ahí estaban varios, se reían, yo estaba casi desnudo junto a un árbol y no me ayudaron, hasta decían que ya estaba muerto".

También recuerdo que no se le contempló para obtener una "indemnización" por parte del gobierno estatal, "no se me incluyó, eso lo hizo la Limeddh y la APPO, pero a mí no me incluyeron, por eso, recuerda, el Primero de Diciembre del 2010 cuando acudió a la toma de protesta del gobernador Gabino Cué a la Cámara de Diputados.

"Yo estuve en la valla, ahí lo saludó y me dijo el gobernador te voy apoyar", han pasado los meses y con ese afán he acudido infinidad de veces al palacio de gobierno, cuando me ve el gobernador me abraza y me dice tú eres mi amigo, te voy apoyar".

Al paso de los meses, el gobernador le hizo el ofrecimiento de indemnizarlo con 200 mil pesos, "yo le dije no me de nada, lo que yo pido es que tenga una pensión que me pueda ayudar y a mi familia porque es mucha la responsabilidad que cayó sobre mí después de la golpiza".

Luego de su petición, Emeterio acude al palacio de gobierno, en donde sólo recibe saludos pero no le dan ninguna respuesta. Por eso, continuará insistiendo ante la justicia para que se detenga a los autores intelectuales y materiales de los hechos del 16 de julio del 2007, que la PGR reconstruya los hechos y que el gobierno lo pueda respaldar económicamente.

"No creo que la comisión de la verdad logre llegar a nada", medita cuando pide ser escuchado, cuando piensa que puede haber nuevas esperanzas de quedar bien de salud para ver el crecimiento de sus hijas compartido con su esposa Hilaria Franco también profesora, y aunque no seguirá buceando y pescar cazón en Huatulco, su anhelo es vivir de manera normal.

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