miércoles, 4 de agosto de 2010

Ceneval, parte de políticas neoliberales: investigador

El Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior (Ceneval) es parte de las políticas neoliberales utilizadas por los gobiernos para privatizar la educación pública en México, consideró el investigador y profesor en la Maestría en Inteligencia Artificial de la Universidad Veracruzana (UV), Manuel Martínez Morales.

“Desde finales de la década de los 80 se empezaron a implementar, como parte de las llamadas políticas neoliberales, una serie de políticas orientadas a las universidades públicas con el objeto de empujar la educación hacia la privatización, particularmente en el ámbito de la educación superior”, señaló.

En entrevista para La Jornada Veracruz, Martínez Morales negó que el Ceneval se dedique a evaluar a los interesados en cursar una carrera universitaria en cualquiera de las universidades públicas. “El Ceneval no evalua nada, ahí está la primera falacia, es una fabriquita de hacer exámenes, lo que hace el Ceneval es hacer estos examenes de ingreso y egreso, no evalúa, es un engaño, hace exámenes, sabemos que evaluar no es lo mismo que poner exámenes, un examen no significa evaluar”, comentó.

–La UV en los últimos 13 o 15 años ha optado por tomar como sistema de evaluación para el ingreso de aspirantes los exámenes que aplica el Ceneval. ¿Cuál es su opinión de esto? ¿Es conveniente o no? ¿Por qué la Universidad Veracruzana, siendo una institución tan importante, con un vasto capital humano, no hace sus propios exámenes?

–Yo creo que para entender la función del Ceneval hay que recordar lo que significa, Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior. Como se sabe, son millones de jóvenes los que la demandan, entonces, hay que entender la función del Ceneval en el contexto de estas políticas neoliberales para comprender que esta institución es un elemento más de estas políticas.

Indicó que los estudios realizados en la UV, haciendo uso de los resultados del Ceneval, permitieron verificar la validez predictiva: había evidencias para dudar de ésta.

–¿Es otro de los lados flacos del Ceneval?

–Bueno, yo quiero recalcar que para eso hay que hacer un estudio más a fondo, esos datos fueron preliminares, ya que no contábamos con demasiados recursos. Pero lo cual implica un diseño muy cuidadoso. Hay que dejar entrar a los estudiantes que según el examen dice que no son adecuados para ingresar y compararlos con los que sí lo son.

–¿Por qué si la Universidad cuenta con todos los instrumentos para hacer sus examenes, éstos siguen siendo a través del Ceneval?

–Ignoro por qué no se hace, lo que sí sé es que, desde que se comenzó aplicar el examen Ceneval, la UV ya tenía un equipo bien integrado de académicos que se dedicaban hacer este examen, con un rigor técnico bastante bueno. Era un equipo dirigido por el psicológoco, ya retirado, Noel Toral. Ellos año con año iban calibrando el examen.

–De entonces a ahora, el número de personal académico que están formados en estas áreas, sí hay quienes manejan éstas áreas para poder hacer un examen. Yo creo que sí se podría hacer un examen. Si la Universidad tuviera este control de la elaboración y diseño de los examenes, aparte de que se ahorraría dinero en la pura parte técnica, se garantizaría que los instrumentos fueran mejor calibrados y la selección fuera mejor. Sin embargo, yo soy de los que opinan que no deberían de existir estos procesos de admisión, sino que debería haber suficiente recursos para que pudieran ingresar a la Universidad.

–¿La privatización de la educación, aquí en Veracruz, forma parte de una estructura, que esté dentro de la propia Universidad y el aparato Educativo Estatal?

–Cuando dije que la política está orientada abrir mucho capital, pues quiere decir que quieren hacer de la educación un negocio. Aquí si uno cumple los requisitos es fácil abrir una universidad, no estoy de acuerdo en que un bien público, como es la educación, se convierta en un bien privado, de los que sólo quienes tienen para pagar puedan acceder a ella, cuando la Constitución nos la garantiza a todo mundo.

¿Entonces dónde está el beneficio social, la responsabilidad del Estado para otorgarle la educación pública a los jóvenes?

–Sí, es lo que yo digo, el trasfondo es ése, porque luego resulta muy fácil, yo no soy partidario de eso, decir que la Universidad Veracruzana no puede admitir a todos los solicitantes, entonces hay quien acusa al rector de que es él quien pone las políticas, pero no es así, hay una política nacional, trasnacional, en la cual los rectores están maniatados, porque si no les dan los recursos suficientes, la UV o cualquier otra universidad no puede abrir más espacios a la matrícula si no se le designan los recursos para ello. Es una política internacional que se ha impuesto a todo el sistema educativo en América Latina desde hace más de 30 años.

Martínez Morales recordó que las llamadas políticas neoliberales tenían como uno de sus objetivos, desde la época de Carlos Salinas de Gortari –quien con De la Madrid las impulsó–, abrir nichos al capital, particularmente al trasnacional, por lo que el objetivo era privatizar muchas de las empresas que hasta el momento eran propiedad de la nación, como Telmex, los ferrocarriles, con Pemex han habido intentos y, aunque no lo han podido hacer, por la puerta de atrás, a través del contratismo se ha logrado.

“Entonces, también al ver que la educación superior constituyó un mercado muy importante, pero el Estado tiene, marcada por la constitución, la función de proporcionar educación superior pública y gratuita a todo el que lo demande. Y empezaron las presiones hacia las universidades públicas, no sólo en México, sino en toda América Latina, que se reflejaron sobre todo en una restricción de la matrícula. Es decir, desde el Estado se implantó una serie de políticas para a través de la restricción de presupuestos y políticas justificatorias de lo mismo, para que no se incrementara la matrícula en las instituciones de educación superior de acuerdo con el crecimiento de la demanda, o sea, al crecimiento poblacional”.

–¿Es un contrasentido constitucional?

–Eso. Sí, porque el Estado está obligado a ello, pero existía la presión de dejar este mercado libre para que hubiera inversión de capital; abrir las puertas para la privatización. Esa vertiente hay que entenderla porque al restringir la matrícula con este propósito, el estado no puede reconocer explícitamente a qué objetivos obedece, entonces tenían que justificar de algún modo por qué muchos jóvenes se quedaban sin poder ingresar a las instituciones de educacion superior, pero hay que entender que eso no fue una decisión de los rectores, sino de los estados en toda América Latina.

El catedrático destacó que desde entonces se han inventado filtros para ya no decir que se meten todos estos jóvenes porque el estado no está cumpliendo con su función, si no que se dice que no entran porque sólo acceden los mejores.

–El actual rector de la UV dice que no se cuentan con los recursos suficientes para poderle dar cabida a todos los jóvenes que ingresen del bachillerato. ¿Es cierto esto, qué opción o qué salida le ve a esto?

–En mi propia visión y experiencia dentro de la Universidad, no se cuenta con toda la infraestructura para atender a todos los estudiantes que demandan. Yo he visto que eso no se ha hecho. Hace falta un estudio puntual. Sí necesita de más recursos, no sólo de infraestructura, si no académicos.

–¿Es viable establecer como alternativa la educación virtual de Veracruz?

–Hay que matizarlo, lo que sería la educación virtual es un complemente bastantemente fuerte de la educación tradicional, pero para eso se requiere también de una buena planificación. En el Consorcio Clavijero hay un mal enfoque. La educación virtual no es lo mismo que la educación presencial. Tienen que saber cómo usar esos medios, es un proceso totalmente diferente de la educación presencial. Si Consorcio Clavijero opera de la forma en que sólo un docente archiva la información, entonces no se está haciendo un uso eficiente de estos medios. Debe tener personal altamente capacitado en esa elaboración de los materiales.

Reconoció que el Consorcio Clavijero no tiene la suficiente gente capacitada para atender esta tipo de educación “para preparar una clase de este tipo lleva cinco veces más de lo que un docente normal prepara una clase para la clase del día siguiente. Este tipo de medios son eficientes en ciertos tipos de contextos”.

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